Supongamos que hablamos de esa chica. Esa chica, si, la que siempre tiene el pelo en la cara. Esa chica de diecisiete años que lucha por acabar el bachillerato. Esa que sueña con irse de casa para disfrutar de la vida. Esa que da una impresión muy distinta a todo el mundo la primera vez que la conoce. Esa que luego te sorprende cada día. Esa a la que le gustan los helados en invierno, congelar Pettit Suisse en verano, colgarse las cerezas en primavera de las orejas y rebozarse en montañas de hojas en otoño. Esa que lleva siempre las bufandas más largas enrroscadas de las maneras más caóticas y su pelo revuelto como si no se lo peinara.
Esa que sonrie a todas horas y se empeña en tapar sus pecas con maquillaje. Si, esa.
Sí. C'est moi.
bonito blog¡ te sigo
ResponderEliminarSomos muy parecidas y hasta nos llamamos igual :)
ResponderEliminarA follower.